Comisión de Cultura de la Intersindical de Lavalleja
Necesidad de fomentar el trabajo, la producción y la
cultura.
Fundada la población de Maldonado, a cuya jurisdicción civil
y militar pertenecía, entre otras, toda la extensión del departamento de minas y
que luego de la retirada de los aborígenes hacia los montes del Río Negro y la
zona norte de la Banda Oriental, ya no ofrecían impedimento alguno para la
comunicación de Maldonado con Cerro Largo y diversos puntos del este de la
campaña; esta comunicación se efectuaba sin impedimento alguno por el camino
que cruzaba el Paso del Estanco, en el arroyo San Francisco, sobre cuyo margen
esta edificada la Ciudad de Minas; paso que aun conserva el mismo nombre y que conserva
también, aunque en ruinas, a sus orillas la antiquísima casa donde se realizaba
el monopolio de venta de tabaco por la Comisión de Hacienda Publica y que fuera
construida muchos años antes de la construcción oficial de la Villa Concepción
de las Minas.
“Nuestro Dpto.
necesita que el espíritu de empresa se levante a la altura de sus recursos y
riquezas, promoviendo todas las ventajas que crearía el desarrollo del país.
Indudablemente; el suelo departamental esta cuajado de riquezas que duermen en
las entrañas de la tierra un sueño que bien podríamos llamar municipal, porque
el espíritu publico de Minas se halla infiltrado de un narcotismo tan
desalentador que es necesaria una suma actividad nada común para poder sustraer
a ese estado morboso de los ánimos”; así comenzaba su libro Gran Guía
General Fin de Siglo el gran escritor coterráneo Bernardo Machado en el año
1900.
Hoy, mas que nunca, sentimos la necesidad de buscar y
reagrupar toda la experiencia acumulada durante décadas y décadas por hombres y
mujeres minuanas; sumarle los incontables documentos y fotografías que hubieren
salvado de la destrucción por el pasar del tiempo o por el accionar de personas
que intentaron cambiar los hechos históricos a las futuras generaciones;
sumarle también las experiencias reciente del cúmulo de trabajadores y
trabajadoras minuanas que van plasmando la historia del Movimiento Sindical de
Lavalleja para, junto a las y los compañeros que llevaron adelante la gran
lucha sindical de los 60, reivindicar la necesidad absoluta e impostergable de
colocar a nuestro Minas en el sitial de la historia del Uruguay que le
corresponde.
Es necesario reivindicar también nuestro pasado de ciudad
cultural, dejado a un lado por aquellos que han tenido el deber y el honor de
conducir los destinos de este departamento; los mas grandes exponentes de la
cultura nacional han pasado por Minas, sin embargo ese pasaje por nuestras
calles y nuestras sierras se ha olvidado en el tiempo por meros intereses
políticos.
Es necesario revindicar a Minas como ciudad Artiguista, por
que lo fue; desde aquí cientos de hombre y mujeres acompañaron Al general en su
cruzada libertadora, equipados por quien fuera el gran apoyo del General: Su
Padre.
En efecto, Don Martín José Artigas fue quien dio el apoyo
moral, de hombre, caballos y armas al General, tanto así que al momento de su
muerte prácticamente no le quedaba nada del gran capital que en otros años habían
ostentado la Flia Artigas. Sabemos que vivió sus últimos años en esta ciudad y
que sus restos aun permanecen aquí, aun cuando personajes oscuros intentan
ocultarlo.
Pero necesario también es revindicar otros personajes que a
lo largo de la historia intentaron colocar a Minas como centro de un polo de
crecimiento impostergable, algunos de ellos ni siquiera nacidos en estas
sierras, como el maestro Miguel Navarra quien fuera nombrado por el propio José
Pedro Varela para hacerse cargo de la primer escuela valeriana o el Ing
Francisco Roos quien, en algunos de sus innumerables proyectos que realizo para
Uruguay, coloca nuestra ciudad como centro productivo minero dándole a Minas y
al ferrocarril una importancia extrema en el desarrollo del Uruguay
Y es así, en cada rinconcito del Uruguay existe un pedacito
de nuestro Minas, fuimos fundamentales en el desarrollo de nuestro país, y
debemos hacer hasta lo imposible para volver a serlo; pero para ello es
absolutamente necesario revindicar nuestra historia sacando a la luz aquellos
acontecimientos y personajes que, de profeso o no, han sido ocultados u
olvidados por nuestros antecesores en este suelo.
Por otro lado es Minas una ciudad minera, no podemos negar
nuestro destino ni desestimar un futuro que se nos presenta venturoso, siempre
y cuando sepamos administrar nuestros recursos, incluido el más importante de
todos a cuidar: el recurso humano.
Fue, es y será Minas fundamental para el crecimiento del
Uruguay debido a la enorme cantidad de minerales, de todo tipo, que existen
bajo este suelo, pero también por las reservas acuíferas, desde este
departamento nacen tres cuencas imprescindibles para la producción nacional y
que también debemos cuidar.
Por ello, desde la Comisión de Cultura de la Intersindical
de Lavalleja hacemos un llamado a unir fuerzas en pos de convertir a Lavalleja
en Parque Industrial Minero, desde donde se impulse el desarrollo productivo con
proyectos que cuiden las fuentes laborales y sus obreros, y principalmente el
Medio Ambiente todo; creemos que es posible, sabemos que es posible si todos
nos comprometemos, creando fuentes laborales estables y que nuestros hombres y
mujeres no dependan de inversiones de los gobiernos de turno para poder
sustentar sus hogares, desarrollar verdaderos planes de turismo serrano
utilizando la historia cultural como eje central del mismo e interactuando con
nuestros vecinos de toda la zona este y noreste del país.
Es posible un Parque Industrial Minero con todas las garantías
para que no se atente contra los principios, opiniones y la salud de la población;
pero que revindique a nuestro Minas como centro de producción y extracción
minera, sumando el ferrocarril como principal aliado a ese desarrollo.
Decía Bernardo Machado en el mes de abril del año 1900
“Cuidado cuando un
pueblo dormido despierta, porque al sentir el halito bienhechor que le favorece
y le presenta a los ojos un horizonte de trabajo y abundancia, sabe trocar su
sueño de piedra por una actividad inaudita que nace del aprendizaje y del
convencimiento, como antorcha que todo lo ilumina.
Abramos pues, las
verdaderas fuentes del trabajo a este pueblo que tanto necesita beber de el,
favorezcamos las iniciativas particulares o publicas que tiendan a mejorar
nuestra desdichada situación social, cedamos cada uno un poco por el bien de
todos; veremos en breve que el esfuerzo común realizara las mayores y mas
útiles empresas”
Desde la Comisión de Cultura de la Intersindical de
Lavalleja nos comprometemos a llevar adelante un trabajo de rescate de la
memoria colectiva para reescribir nuestra propia historia, desde las historias
personales de cada uno.
(Jose Mª Gorgoroso. Integrante de C.C.I.L)
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